La década de los 50 fue testigo de un salto extraordinario en el desarrollo de las computadoras electrónicas. Hasta entonces, programar significaba enfrentarse a largas secuencias de instrucciones en código máquina, que solo unos pocos expertos eran capaces de comprender y aplicar con precisión. Sin embargo, la aparición de los primeros lenguajes de programación de alto nivel cambió radicalmente este panorama, haciendo que la “comunicación” con la máquina fuese mucho más accesible para científicos, ingenieros y, poco después, para el sector empresarial.
Este artículo se centra en dos de estos lenguajes pioneros: Fortran y COBOL, los cuales dejaron un legado tan profundo que sus huellas permanecen en el mundo de la programación hasta hoy. Veremos cómo surgieron, su impacto en el mundo de la computación y el porqué de su durabilidad en ciertos sectores que aún confían en ellos.
Contexto: La Programación en los Primeros Tiempos de las Computadoras
Cuando las primeras computadoras electrónicas entraron en funcionamiento en la década de 1950, se abría una puerta a un mundo lleno de posibilidades… pero también de complejidad. Programar significaba introducir manualmente largas secuencias de instrucciones en código máquina – representadas en formato hexadecimal o en binario – y un simple error podía hacer que el sistema fallara sin que nadie entendiera bien por qué. Este campo estaba reservado a un selecto grupo de científicos y especialistas, quienes necesitaban entender el hardware en profundidad para comunicarse con la máquina.
Ante este reto, algunos pioneros de la computación vieron la necesidad de un cambio: crear un “lenguaje” que sirviera como intermediario, traduciendo órdenes comprensibles para el ser humano en instrucciones que la máquina pudiera ejecutar. Así nacieron los lenguajes de programación de alto nivel, diseñados para hacer de la programación algo más que un ejercicio de cálculo mental y facilitar el uso de las computadoras en ciencia e industria. Dos nombres destacan en este proceso: Fortran y COBOL.
Fortran: El Primer Lenguaje Científico (1957)
Fortran, o Formula Translation, fue el primer lenguaje de programación de alto nivel en ser ampliamente adoptado. En 1957, el equipo de IBM, liderado por el científico de la computación John Backus, desarrolló Fortran con un objetivo específico: proporcionar un lenguaje que permitiera a los científicos e ingenieros expresar sus cálculos de forma comprensible y eficiente.
Desarrollo y Objetivo de Fortran
Backus y su equipo diseñaron Fortran para simplificar la programación en campos científicos, particularmente en aquellos que requerían cálculos numéricos intensivos. Esto representaba un gran cambio: en lugar de usar las complejas instrucciones del código máquina, los programadores podían usar variables, bucles y estructuras de control de flujo que hacían que el código se leyera de manera casi intuitiva. Con Fortran, los científicos y matemáticos podían escribir fórmulas matemáticas en una notación similar a la de sus propios campos de estudio, lo que hacía el código mucho más accesible.
Fortran en Acción: Años de Vida y Años de Cambio
El impacto de Fortran fue inmediato y profundo. Para la comunidad científica e ingeniera, Fortran se convirtió rápidamente en el lenguaje estándar para realizar cálculos complejos. Su diseño lo hacía rápido y eficiente, adaptándose bien a las limitaciones de memoria y procesamiento de las computadoras de la época. Es interesante saber que incluso hoy en día, algunos programas de Fortran siguen en uso, particularmente en áreas donde el rendimiento es crucial, como la meteorología, la astrofísica y la simulación de fenómenos físicos.
Innovación en Fortran: ¿Sabías Que…?
Un hecho curioso sobre Fortran es que fue uno de los primeros lenguajes en incorporar compiladores optimizados para el rendimiento. El equipo de Backus entendió que, para que los científicos adoptaran el lenguaje, este debía traducirse a código máquina de manera altamente eficiente. Para esto, desarrollaron técnicas pioneras de optimización de código, y, por tanto, Fortran sentó las bases para los compiladores de alto rendimiento que usamos hoy en día.
COBOL: El Primer Lenguaje Empresarial (1959)
Si Fortran fue el primer lenguaje pensado para la comunidad científica, COBOL (Common Business-Oriented Language) fue el primer lenguaje de programación diseñado específicamente para el mundo empresarial. En 1959, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos convocó a un comité, que incluía a personalidades como Grace Hopper, para crear un lenguaje estandarizado que pudiera aplicarse en los entornos de negocios y facilitar la programación en el ámbito administrativo.
El Enfoque de COBOL: Lectura Fácil para No Programadores
COBOL se diseñó con una meta ambiciosa en mente: crear un lenguaje que incluso personas sin formación técnica pudieran leer y entender. Inspirado en el inglés cotidiano, los comandos en COBOL son casi frases completas, como ADD
, SUBTRACT
o DISPLAY
, que permitían entender las operaciones sin un conocimiento profundo en programación. Esta accesibilidad fue revolucionaria para la época, ya que acercaba la programación a gerentes y administradores, permitiéndoles tener una idea clara de lo que hacía el software sin necesidad de aprender un lenguaje técnico.
COBOL en Acción: Estándares y Longevidad
COBOL fue ampliamente adoptado en empresas de todo tipo: bancos, aseguradoras, y grandes corporaciones comenzaron a utilizarlo para gestionar bases de datos, realizar cálculos contables y llevar registros administrativos. Su diseño estandarizado y enfoque en la portabilidad facilitó la creación de sistemas empresariales que podían adaptarse a las necesidades de cada empresa sin grandes costos.
Uno de los grandes logros de COBOL es su longevidad: en 2020, una parte significativa de las instituciones financieras y organismos gubernamentales seguía usando COBOL. Esto se debe en parte a la estabilidad y fiabilidad que ofrece, y a que muchos sistemas críticos fueron creados en COBOL durante la segunda mitad del siglo XX.
Un Dato Curioso: Grace Hopper y el Compromiso con COBOL
Grace Hopper, pionera de la programación y conocida por su trabajo en el desarrollo de COBOL, fue una de las defensoras más apasionadas del lenguaje. Hopper argumentaba que los lenguajes de programación debían estar al servicio de las personas, no de las máquinas, y COBOL refleja esta filosofía. Su enfoque en la legibilidad y la facilidad de uso hizo que el lenguaje fuera una herramienta poderosa para el mundo empresarial, y Hopper continúa siendo recordada como una visionaria que creía en la programación para todos.
Impacto y Legado de Fortran y COBOL
La creación de Fortran y COBOL representó el inicio de una era en la que los lenguajes de programación se diseñaban pensando en los usuarios y sus necesidades específicas. Aunque estos dos lenguajes estaban destinados a sectores diferentes, ambos compartían un objetivo común: hacer que el trabajo de programar fuera más fácil, comprensible y accesible para un público cada vez más amplio.
Adaptabilidad a Sectores Específicos
Fortran y COBOL sentaron las bases para que los lenguajes de programación se especializaran según la industria, una tendencia que continúa en la actualidad. Desde Python para análisis de datos hasta JavaScript para desarrollo web, la idea de que un lenguaje pueda adaptarse a las necesidades del usuario comenzó con estos primeros pasos.
Durabilidad y Adaptación al Cambio
La durabilidad de Fortran y COBOL es un testimonio de la solidez y adaptabilidad de los primeros lenguajes de programación. Aunque el desarrollo tecnológico ha avanzado, muchos programas escritos en estos lenguajes siguen activos. Fortran, por ejemplo, sigue siendo utilizado en simulaciones científicas de alto nivel. Por otro lado, muchos sistemas bancarios y gubernamentales aún confían en COBOL para sus procesos críticos, ya que migrar esos sistemas a lenguajes modernos es costoso y, en algunos casos, arriesgado.
Lecciones de Fortran y COBOL para la Programación Moderna
Fortran y COBOL, los primeros lenguajes de alto nivel, enseñaron algunas lecciones importantes para el desarrollo de software actual:
- Especialización según el sector: Al igual que Fortran y COBOL se adaptaron a necesidades específicas, los lenguajes actuales buscan ajustarse a los entornos en los que se usan. Este enfoque permite mayor eficiencia y facilidad de uso.
- Legibilidad y accesibilidad: COBOL mostró que un lenguaje fácil de leer tiene ventajas inmensas, especialmente en el entorno empresarial. Python, un lenguaje muy popular hoy en día, sigue esta filosofía de diseño.
- Longevidad de los sistemas: La durabilidad de estos primeros lenguajes demuestra la importancia de crear sistemas robustos y flexibles. Incluso en tiempos de tecnología vertiginosa, un lenguaje bien diseñado puede superar la prueba del tiempo.
En resumen
La creación de Fortran y COBOL marcó un antes y un después en la historia de la programación. Desde los laboratorios científicos hasta las oficinas administrativas, estos lenguajes trajeron consigo la promesa de un futuro donde las computadoras estarían al servicio de todos. Al mirar atrás, no solo observamos un desarrollo tecnológico, sino una filosofía que puso al usuario en el centro del diseño.
Los programadores, científicos y empresas que apostaron por Fortran y COBOL ayudaron a definir una profesión que hoy es esencial en todos los sectores. Y, a pesar de las décadas, los valores que guiaron su creación –accesibilidad, especialización y durabilidad– siguen siendo fundamentales en la programación moderna.