En el vasto bosque de la tecnología, donde cada árbol representa una diferente distribución de Linux, herramienta de desarrollo o innovación disruptiva, hay una figura que destaca entre el resto. Linus Torvalds, el creador del sistema operativo Linux, se sienta tranquilamente ante su ordenador, rodeado por una variedad de sistemas operativos y distribuciones, cada uno prometiendo ser la herramienta definitiva para sus necesidades. Pero, ¿qué nos enseña realmente Linus con sus elecciones y comentarios?
La anécdota de Linus admitiendo que usa Fedora, una distribución conocida por su estabilidad y por ser pionera en nuevas tecnologías, nos revela algo más profundo que una simple preferencia personal. Nos muestra que incluso las mentes más brillantes tienen sus limitaciones y que la honestidad acerca de estas es crucial. Linus, quien ha dominado el espacio del kernel como nadie, nos recuerda que no necesita conocer cada distro o diseño arquitectónico a nivel de sistemas. Esta especialización no solo es aceptable sino también necesaria en un campo tan vasto como la tecnología.
Es interesante ver cómo esta honestidad y especialización contrasta con las expectativas irrealistas que a menudo se plantean en las ofertas de empleo en el ámbito tecnológico. Se busca a superhéroes tecnológicos que dominen todos los aspectos posibles, desde la administración de sistemas hasta la seguridad y la monitorización, una expectativa claramente alejada de la realidad que Linus representa.
Pero, ¿qué lección podemos aprender de esto? La primera es que debemos ser honestos sobre nuestras habilidades y limitaciones. No todos pueden o deben ser expertos en todo. Es vital reconocer en qué somos buenos y dónde podemos contribuir de manera más efectiva. La segunda lección es que la tecnología debe servirnos y no al revés. Si una herramienta o sistema nos frustra más de lo que nos ayuda, tal vez no sea la adecuada para nosotros. En palabras de Linus, lo importante es que la tecnología nos permita continuar con nuestra vida y nuestro trabajo, no que se convierta en un obstáculo constante.
Linus también nos da una perspectiva sobre la importancia de centrarse en lo que uno disfruta y domina. En el mundo del software libre, donde hay infinitas opciones y caminos a seguir, la elección de una herramienta sobre otra a menudo se reduce a preferencias personales y necesidades específicas. Y está bien que así sea. Esta es la belleza de la tecnología: su diversidad y capacidad para adaptarse a diferentes personas y propósitos.
Sin embargo, la historia de Linus no se detiene en sus preferencias por Fedora o su honestidad sobre sus habilidades. Su reciente experimentación con Apple Silicon, según un artículo de MuyLinux, muestra su disposición a explorar y adaptarse a nuevas tecnologías, a pesar de sus preferencias bien establecidas. Esto nos enseña otra valiosa lección: estar abierto a nuevas herramientas y tecnologías puede llevarnos a descubrimientos y mejoras inesperadas.
En resumen, la historia de Linus Torvalds y su relación con las diferentes tecnologías es un recordatorio de que incluso los más grandes entre nosotros tienen sus especialidades y preferencias. Nos enseña que la honestidad sobre nuestras habilidades y limitaciones es crucial, que la tecnología debe servirnos y no al revés, y que, aunque es importante especializarse, también lo es estar abierto a nuevas oportunidades y aprendizajes. En el bosque de la tecnología, cada uno de nosotros puede encontrar su propio camino, y eso está perfectamente bien.
Post basado en:
Youtube : Why Linus Torvalds doesn’t use Ubuntu or Debian
MuyLinux : ¿Qué distribución usa Linus Torvalds en su MacBook Air Apple Silicon?